Al niño besa quien besar a la madre quisiera.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Desde la llegada de la imprenta -que se consideraba un invento del diablo porque introducía opiniones falsas en la mente de la gente-, la gente ha argumentado que la nueva tecnología tendría consecuencias desastrosas para el lenguaje.