Adulador, engañador; y al cabo, traidor.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Espero que durante mi vida podamos seguir riéndonos de nosotros mismos y no menospreciar a nadie por lo que pesa.