Quien te engríe, de ti se ríe.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Mi momento mediático más extraño fue una sesión de fotos que se hicieron todos vestidos como 50 gángsters. Estuvo muy bien. Tenemos que hacer más fotos de ese tipo alguna vez.