Manos besa el hombre a las vegadas, que querría ver cortadas.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Aprendemos el secreto interior de la felicidad cuando aprendemos a dirigir nuestros impulsos internos, nuestro interés y nuestra atención a algo más que a nosotros mismos.