Hombre lisonjero, falso y embustero.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La religión siempre permanece más elevada que la vida cotidiana. Para que la elevación hacia la religión sea más fácil para la gente la religión debe ser capaz de alterar sus formas en relación con la conciencia del hombre moderno.