Mas daño hace el lisonjero que el maldiciente.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La verdad de nuestra fe se convierte en motivo de burla entre los infieles si algún católico no dotado del necesario aprendizaje científico presenta como dogma lo que el escrutinio científico demuestra que es falso.