Lamiendo no engorda ningún perro.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Por la madre se besa al infante.
No sé por qué no veo muchas películas, apenas puedo seguir el ritmo de las que hacen mis amigos. No hay suficiente tiempo en la vida.