La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Por la madre se besa al infante.
Por la esperanza del jamón se le dan palmaditas al cebón.
Las fiestas que hago al perro, son por su dueño.
Galantear por tablilla, visitar al padre y guiñar a la hija.
Al santo, por la peana.
Al negro, llaman Jua Blanco.
No al moco, mas donde cuelga.
Por el santo se besa la piedra.
Por amor del caballero, besa la dama al escudero.
Por amor del buey, el lobo el arado lame.
Una persona que es demasiado buena observadora de los negocios de la multitud, como quien es demasiado curioso al observar el trabajo de las abejas, a menudo será picado por su curiosidad.